Todo el mundo sabía que Max tenía una imaginación alocada, pero nadie creía que sus creaciones más salvajes, un niño criado por grandes tiburones blancos vigilantes y una niña con la fuerza de un volcán, fueran reales. Ahora, estos dos maestros de acción del tamaño de una pinta le mostrarán a Max que incluso un niño común tiene lo que se necesita para ser extraordinario.